sábado, 15 de marzo de 2014

Compartir la Alegría del Evangelio desde México para Ávila


Cuando por primera vez escuché la llamada del Señor a entregarle mi vida, me sentí invitado a salir de mi casa y ayudar en el lugar que Jesús quisiera, incluso fuera de mi propia tierra. Creo que Cristo me ha ido llevando de su mano hasta llegar a esta diócesis de Ávila para compartir la alegría de evangelizar. Aunque ha sido difícil el dejar todo lo que en mi país tenía, la alegría de compartir el Evangelio de Cristo en estas tierras me motiva a seguir adelante, a no desfallecer en la respuesta que Dios me pide porque confía en mí. Felicidad que también se hace presente en la acogida que todos me habéis dado en esta diócesis y que me muestra que Dios me sigue llamando a ir tras sus huellas.

En esta última etapa de mi formación en el seminario, con gran emoción y confianza, pido a Dios que sea él quien termine esta obra que en mí ha comenzado, que me ayude y sostenga para responderle un Sí alegre todos los días.

Francisco Martínez Villagómez
Seminarista de Ávila
5º Teología

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