jueves, 13 de marzo de 2014

La Alegría de ser "Pobre" para los Pobres


Bienaventurados los pobres de espíritu porque ellos es el Reino de los Cielos. Esta bienaventuranza está suponiendo para mí, una profundización en el camino vocacional como pastor. En ella voy experimentado un doble significado de la alegría de la pobreza.

El primer sentido está relacionado con la humildad, con el sentirte un pobre pecador delante de Dios que a la vez es mirado con misericordia. Aquí es donde radica toda mi alegría, en que Dios como buen Padre ama a sus hijos más débiles, más pequeños, más pobres y les regala “un lote hermoso”, una vocación a la intimidad con Él, a habitar para siempre en su casa familiar. El otro sentido de la alegría de la pobreza, está relacionado con la misión que conlleva el don del sacerdocio. El experimentar a Dios como Padre me lleva cada vez más a amar a todos los hombres como hermanos, a ser servidor de ellos y muy especialmente de los predilectos de Jesús, los pobres.

A esto me ha ayudado el trato asiduo en la pastoral con la gente sencilla de Madrigal, que ha hecho que mi corazón se ensanche como el del Buen Pastor. Así que te pido Señor que la compasión que tienes conmigo la trasmitas con alegría a los demás, a los más “pobres de espíritu” de este mundo.

Nicolás Ruiz Humanes
Seminarista de Ávila
4º Teología

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